No traigo un Yo de repuesto ni Recetas Salvavidas /Solo un Crónico lanzarme al Vacío

lunes, 26 de mayo de 2014

Muy amanecida

Es tan temprano.
¿De qué se puede escribir tan temprano y para colmo un lunes?
Del fin de semana, supongo. En especial de uno con feriado incluido. Lamentablemente nos pasó bastante desapercibido. Sacando que Anita tuvo acto el domingo a la mañana y que se nos ocurrió el sábado a la noche remojar maiz y porotos para hacer un locro a nuestra manera, al día siguiente, nada. Ni banderas, ni pastelitos, ni chocolate caliente, ni zambas ni chacareras. La bandera la hubiera puesto, pero no sé donde la guardé.
Patria estuvimos haciendo a nuestro modo. Invitamos a pasar el fin de semana en casa a un amigo y junto con él se dedicaron a armar una estructura base para el panel solar y para ser cerrada a modo de pequeño invernadero extra. Dentro me va a quedar el limonero que me sobrevivió la última helada tremenda del año pasado, y las ganas y deseos de poder poner otros más, y por que no, experimentar con tomates a ver si logramos una cosecha invernal.
La huerta viene tan empausada, pobre. Me dan ganas de llorar. Pero no llego. Hace como dos semanas logramos entre los dos, poner ajos. Que deberían haber sido puestos en Pascua, pero bue. Y acabo de poner habas en remojo para sembrar más tarde, porque hoy estamos en fruto/semilla según el calendario biodinámico que finalmente me pude imprimir.
El resto me sigue transcurriendo entre tejidos, budines y panes; agujas, lanas y el horno.
En un loop interminable que me esfuerzo en distraer con detalles para que mi vida no termine pareciendo El día de la Marmota nunca jamás.

[Habas en remojo para sembrar]

[Entramos las plantas por si hiela]

[Ajos creciendo]

[Calendario]

[Ovillando oveja]

[Panel solar y Victorio en la parte de atrás]

[Encontrar un cuenquito y transformarlo en mate. Felicidad]
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viernes, 16 de mayo de 2014

Respirar, otra vez.

Quedate tranquila.
No es tu culpa. 
No hay nada que podrías haber hecho para evitarlo.
Es congénito. Estaba ahí.
Quedate tranquila.
Después de meses de la angustia siendo una especie de segunda piel que me cubría íntegra y de tener que lidiar con las angustias de toda la familia, de ambos lados, y que, literalmente, me volvieron muy pero muy loca; y aunque sea una opinión distinta a la del osteópata, que dijo que la escoliosis surgió a raiz de un golpe en la cabeza durante su infancia, y aunque me muera de ganas de denunciar a dos de todos los profesionales que consulté, por hijos de puta  ineptos, a esta altura del partido ya no me importa y elijo creerle.
Porque no doy más de consultorios.
Porque me quiero quedar tranquila. Relajarme.Y volver a respirar.
Tengo sentado delante mio un doctor de guardapolvo blanco que levanta la placa y la espinografía y se las queda mirando embobado y dice que la compensación que hizo el cuerpo de mi hija es hermosa. Hermosa. Y yo por primera vez me animo y miro, y veo una S que me sigue dando mucho miedo. Pero si él la ve hermosa yo le voy a creer.
Además tiene un plan de acción, indicaciones, y me programa una próxima visita para dentro de tres meses.
No hockey. No tennis. No deportes de impacto. Y que estudie una carrera. Eso le dijo. Que falta mucho, pero que no deje de tener una profesión porque algunas empresas, si no, la pueden rebotar cuando vaya a pedir trabajo.
Me lo quedo mirando. Me relajo un poco. Me vuelven todas las contracturas en un instante. No me importa.
Gracias.


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viernes, 9 de mayo de 2014

Ciclo de lavado

Estoy barriendo.
Encuentro una moneda.
Me la guardo en el bolsillo del delantal, donde queda por unos días.
Pongo el delantal a lavar.
Saco el lavado del lavarropas y vuelvo a encontrar la moneda.
Me la pongo en el bolsillo del otro delantal que estoy usando.
Donde queda por unos días.
Hasta que pongo ese delantal a lavar.
Saco el lavado del lavarropas.
Hola moneda.

[Broches cortesía amorosa de Marce y Flor, amigas sin saberlo me conocen mucho y me hacen regalitos que adoro]
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martes, 6 de mayo de 2014

Mi mundo según Instagram

Se ve que a Clarita le dí pena. Quizás porque no tengo un celu mejor, quizás porque se me gastaron las pilas recargables y no ando pudiendo sacar con la cámara, quizás porque le pedí un par de veces mirar a ver como cornos era Instagram.
La cosa es que me ofreció hacerme una cuenta en su celular, y no tardé ni media hora en enviciarme como loca. Al principio no entendía mucho, y ahora solo entiendo un poco, pero igual demasiado no me importa. Me doy el gusto de sacar fotos de huevadas que veo a mi alrededor y compartirlas en el momento; intercambiar recetas, ya sean de comidas o tejidos; ver crecer a los hijitos de amigas lejanas, y  saludar al mundo desde mis adormiladas seis de la mañana, sin molestar a lo que siguen en la cama.
De todas maneras, se me generan varias incertidumbres. Como por ejemplo, qué sacar con la cámara y qué con el celular.¿O sacás con ambos a la misma cosa? ¿No pasará después que se andan repitiendo las fotos por las distintas redes? ¿No hartás? En fin. Como aún no tengo mi propio celular, no me doy cuenta de estas cosas.
Por otro lado me cebé y ahora quiero un celular.
Estoy meditando profundamente si empezar a hacer berrinchitos para que él me regale uno (muy linda la papa pero no tiene buena señal) o si plantarme yo misma como una mujer grande y madura y llamar a Claro y encargármelo.
No sé. Lo estoy pensando.
Y antes de que acoten, les debo aclarar que ni en la más tierna infancia fui de hacer berrinchitos, así que capaz vaya siendo hora, y las madureces las dejo para otras cosas.
De todas maneras, el universo por ahora conspira para no dejarme, con la bomba del agua rota, la motosierra que no anda, médicos, placas, análisis, una hija que perdió el trabajo y tiene que seguir pagando la facu y el depto...en fin, la vida, no?
Veremos.
Y si me quieren seguir en Instagram, búuuusquenmeeee, me encontraráaaaan....
Acá me avisa Marina, tan atenta, que soy   ♥













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