No traigo un Yo de repuesto ni Recetas Salvavidas /Solo un Crónico lanzarme al Vacío

sábado, 20 de agosto de 2011

De como terminé ¿encerrada? en el techo y sin poder bajar.

El miércoles fué un día un tanto bizarro.
De todos los días de la semana, es el día que más corro. Los martes amaso el pan, termino a la nochecita, y al día siguiente por la mañana toca envasarlos temprano, acomodarlos en su canasta despertarla a Clara, ducharme velozmente, preparar desayuno, apurarla a Clara, ver que esté lista la mochila con el libro de inglés y la flauta, ah, no, cierto, la flauta es los martes....Siempre termino entrando a la clase de yoga convencida de que es tarde, con los panes que entrego ahí en la mano, porque la canasta se la lleva él, la bufanda colgando, la cartera en una mano, el abrigo en otra...en fín...el lado bueno es que todo eso me hace transpirar y llego a mi clase fuerte de Ashtanga en un estado de precalentamiento sumamente conveniente...por ser positiva, digo...
Sin embargo. Este miércoles estaba dormitando, como a las siete y media de la mañana, cuando de pronto me econtré con una relajante bañadera llena de agua caliente, que él amorosamente me había preparado. Faltaban la espuma y los sahumerios y era de cuentos!! Verdaderamente sorprendente! No es que él se dedique a ser demasiado cariñoso en su vida, así que un regalo así no es de despreciar. Para hacerla mejor, cuando bajé a la cocina, me encontré el desayuno hecho y los panes envasados!
Bueno, si! Un día de miércoles puede ser así también, no?
Para seguir añadiendo bizarreces, les cuento que este miércoles en particular, después de mi clase tenia un turno para un masaje con una amiga. Lo vengo necesitando hace aaaaaños!!! Resulta que tengo una cuestión en la espalda, con unas lumbares y unas cervicales que me están haciendo sufrir un poco (mucho), y finalmente pude concretar un poco de ayuda. El masaje será tema aparte. La cosa es que terminé yendo a esperar un colectivo que tardó horas en llegar, y llegando a mi casa como a la una y media, con la salvedad de que mis amigas Angeles y Vale con sus respectivas niñas, venían a casa a almorzar. Ya en el colectivo, que tarda seis minutos clavados hasta dejarme en la ruta, me empezó a asaltar la vaga idea de que las llaves, mis llaves, se las había quedado él. Y eso que le pregunté antes de bajar del auto, y me puso cara de niideayoquese!
Caminé las mas o menos siete cuadras hasta casa revolviendo frenéticamente la cartera, lo cual me debe haber dado un aspecto bastante peculiar. Llegué y nada. Ya en el camino recordé que el día anterior por la mañana la había llamado a Clari para que viera desde mi ventana un cuis muy gordo que estaba en el jardín, y  pensé que podía haber quedado mal cerrada, con lo cual me consolé. Porque además de tener hambre, estar cargada de bártulos y saber que estaban por llegar dos madres con niños pequeños a una casa en la que no se podía entrar, me estaba haciendo pis!!
Lo primero que hice fué chequear todas las puertas y ventanas que tiene mi casa, que son varias. Nada. Me fui  a mi patio de atrás, donde cuelgo la ropa, hago mis almácigos y viven mis gatos, y vacié la cartera en el piso por las dudas pero nada. Busqué en la huerta un plantador y trate de forzar alguna ventana, pero gracias a dios son inforzables. No me quedó otra que buscar la pesada escalera del garage, cargarla hasta una pared y subirme al techo. ¿Ya les dije que no me agradan las alturas? No las alturas en si, pero la inestabilidad o tangencialidad bajo mis pies, realmente no es lo que más me gusta.
Una vez en el techo/terraza/horizontal tuve que trepar al techo inclinado de chapa para alcanzar la bendita ventana, que por supuesto, estaba cerrada a piedra y lodo. Para incrementar la diversión y aumentar la adrenalina, les cuento que tengo el celular cortado.
 O sea.
Sola, en el techo, llena de pis, cargada de bártulos, incomunicada,  bla bla bla....
Para hacerme sentir peor descubrí tres llamadas perdidas de él en mi celu, y ya que estabamos empezó a sonar el fijo adentro de la casa.. Con los gatos y los vientos de agosto por toda companía, decidí sentarme a esperar. Algo. De bajar, ni hablar. Me da más miedo ir para abajo en la escalera que para arriba. Y mis amigas por lo visto no iban a llegar todavía.
Bueno, como la vida es bella y esto no es una película de John Carpenter, y como él se había avivado del asunto de las llaves y yo no contestaba, se largó hasta casa y me rescató por la ventana con música de violines de fondo.  Mis amigas llegaron a los cinco minutos y pasamos una tarde de picnic, cuadraditos de crochet, mate, ovillos violetas, y sobre todo mucha charla y contorsiones para desviar del camino todo lo que la bebé gateante de Vale quería agarrar. Y ahí fué cuando llegó a mis manos el famoso cd de Lhasa que tanto me cambió el humor!
Gracias Vale y Damian!!!







11 comentarios:

  1. me mata me mata este post es lo mas bizarro que lei en mi vida.

    y mas bizarro aun es que en tu estadia en el techo te hayas puesto a sacar fotos!!!

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  2. Me mueeero!!!! no me hubiera animado a subir al techo y menos se me hubiera ocurrido sacar fotos!!! jajaja!!! Que genia!!!!
    Un asuper aventura !!!!
    Abrazos!!!
    Moni

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  3. Me encantó la historia! Me divertí mucho... y por suerte con final feliz!

    Su.

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  4. Paaarrrrdon chicas si se les cae una idola, ajajaj, pero las fotos las saqué hoy porque ese dia el se habia llevado la camara, cosa que no ocurre jamas. Pero si la hubiera tenido OBVIO que lo que hubiera hecho hubiera sido sacar fotos!!!!!!

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  5. Jajajja, yo también pensé que era genial que hubieras podido sacar fotos!! Fué una aventura genial, me encantan ese tipo de situaciones que hacen que la rutina quede de lado por unas horas!!
    Un beso y buen fin de semana!

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  6. ay sí, a mí también! peor que subir es bajar! cómo te entendí!!!
    Al final Él terminó siendo el héroe del día, de principio a fin!

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  7. Te imagino ahi arriba sentadita y me muero!
    Esas situaciones que te hacen frenar un poco y poner tu dia en perspectiva vienen bien cada tanto.
    Al fin el te salvo el dia varias veces no te podes quejar!

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  8. como sabes contar una historia con todos sus detalles. otro post para el bronce lucy.

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  9. Llego en su corcel de plata a rescatarte, todo un caballero!!!
    Qué divertido que es escucharlo, ahora!!!

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  10. Me reí muchisimo con ésta entrada!! se lo leía a mi esposo y nos reíamos juntos!!!!
    Besotes!!!

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  11. jajaja, se agradece el buen humor y la paciencia ( qué otra cosa?) ante las adversidades. saludos
    daniela

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Gracias por tus comentarios!

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