No traigo un Yo de repuesto ni Recetas Salvavidas /Solo un Crónico lanzarme al Vacío

domingo, 28 de agosto de 2011

Gracias Roald 2 !!!!

Roald Dahl le regaló al mundo historias increibles que nos han acompañado en nuestras infancias, adolescencias y adulteces tambien, por qué no!? Ademas de eso, como  frutilla del postre, nos regaló una nieta increíble que nos inspira a cocinar las delicias más deliciosas!!! Eso nos pasó anoche con este video, y el resultado, improvisadísimo, aquí, con poca luz y poca paciencia, porque la comida estaba en la mesa y tenía muchas ganas de probar!!!

















jueves, 25 de agosto de 2011

En proceso y procesando

 "Las galletas más ricas del mundo" entrando al horno....


Ahora ya me acordé de por qué hace unos años terminé detestando tanto amasar pan! Tanto que dejé de hacer para vender y casi que también dejé de amasar para casa. Los cinco kilos de harina más otro tanto de agua generan un peso considerable para la fuerza de mis manos y mi espalda. Terminar llena de harina y pegoteada de la cabeza a los pies, tardísimo y con la limpieza de todo lo que se ensució por delante, son el momento deprimente del día. Revolear el delantal y el pañuelo que me cubre la cabeza son la señal de libertad; el grito Towandaaa!!!Si él no estuviera para ayudarme, para sostener las bandejas, calcular la leña y la temperatura, cebarme un mate, alcanzarme los frascos con semillas, definitivamente no sería lo mismo. Él me inspira y me da fuerzas.
El año pasado, y luego de varios de ausencia panadera, volví al ruedo a pedido de unos amigos y vecinos de allá del pueblo. Despacito al principio, ofreciendo a los vecinos, el reparto quedó a cargo de Clarita, que salía con la canasta y trepaba el portón para que no la siguieran los perros y ofrecía casa por casa y volvía con todo vendido. No sé como, en semanas dupliqué las ventas, pero como en esa casa tenía el horno común de la cocina, no sufría tanto, salvo por desplegar despelote farináceo dos veces en lugar de una. Cuando volvimos a casa y a mi horno chileno, me entraban todos los panes al mismo tiempo en la horneada, por lo que las "veces" se redujeron a una y mi dolor de espalda aumentó!
Mi obsesión es dejar siesteando (levando) el pan con música. Bach, generalmente, pero puede ser Bill Evans, Tracy Chapman....who knows... Y música también para darle duro al amasarlo y dejarlo llenísimo de energía, alegría y buen sabor.
El pan sale del horno todos los martes a última hora, y  parte cada miércoles temprano en su canastita, bien abrigadito, hasta llegar a destino, creando un vínculo de te cuido te agradezco te alimento te comparto que viene y que va!

miércoles, 24 de agosto de 2011

Baker Girl

Yo se que muchos andaran pensando por ahi que soy media colgada, y puede ser que sea muy cierto. Pero mi colgadura blogger no tiene nada que ver con colgadura! Pasa que comentar en algún blog puede ser una tarea que me lleve entre diez y quince minutos. Mi compu necesita un poco de tecnología aplicada, y hasta que podamos lograrlo, el ritmo es de carreta de bueyes pero tirada por koalas. Asi que sepan disculpar, las quiero a todas, amigas bloggers, las leo, a veces enteras, a veces por la mitad, porque se me tilda la pantalla y ahi se queda, a otras les comento en facebook, cosa que no apruebo, me gusta cada cosita en su lugar, pero bue, peor es nada...y a otras ni puedo entrar a verlas, por ejemplo, antes de ayer logré entrar al blog de Contanza, que me deja esos comentarios tan lindos siempre, y vi las fotos de su viaje alucinante, y cuando traté de comentar, directamente se me cerraron todas las ventanas!
Aclarado el panorama actual de mi vida, les comparto dos fotos del miércoles bizarro justito antes de salir a repartir los panes.



sábado, 20 de agosto de 2011

De como terminé ¿encerrada? en el techo y sin poder bajar.

El miércoles fué un día un tanto bizarro.
De todos los días de la semana, es el día que más corro. Los martes amaso el pan, termino a la nochecita, y al día siguiente por la mañana toca envasarlos temprano, acomodarlos en su canasta despertarla a Clara, ducharme velozmente, preparar desayuno, apurarla a Clara, ver que esté lista la mochila con el libro de inglés y la flauta, ah, no, cierto, la flauta es los martes....Siempre termino entrando a la clase de yoga convencida de que es tarde, con los panes que entrego ahí en la mano, porque la canasta se la lleva él, la bufanda colgando, la cartera en una mano, el abrigo en otra...en fín...el lado bueno es que todo eso me hace transpirar y llego a mi clase fuerte de Ashtanga en un estado de precalentamiento sumamente conveniente...por ser positiva, digo...
Sin embargo. Este miércoles estaba dormitando, como a las siete y media de la mañana, cuando de pronto me econtré con una relajante bañadera llena de agua caliente, que él amorosamente me había preparado. Faltaban la espuma y los sahumerios y era de cuentos!! Verdaderamente sorprendente! No es que él se dedique a ser demasiado cariñoso en su vida, así que un regalo así no es de despreciar. Para hacerla mejor, cuando bajé a la cocina, me encontré el desayuno hecho y los panes envasados!
Bueno, si! Un día de miércoles puede ser así también, no?
Para seguir añadiendo bizarreces, les cuento que este miércoles en particular, después de mi clase tenia un turno para un masaje con una amiga. Lo vengo necesitando hace aaaaaños!!! Resulta que tengo una cuestión en la espalda, con unas lumbares y unas cervicales que me están haciendo sufrir un poco (mucho), y finalmente pude concretar un poco de ayuda. El masaje será tema aparte. La cosa es que terminé yendo a esperar un colectivo que tardó horas en llegar, y llegando a mi casa como a la una y media, con la salvedad de que mis amigas Angeles y Vale con sus respectivas niñas, venían a casa a almorzar. Ya en el colectivo, que tarda seis minutos clavados hasta dejarme en la ruta, me empezó a asaltar la vaga idea de que las llaves, mis llaves, se las había quedado él. Y eso que le pregunté antes de bajar del auto, y me puso cara de niideayoquese!
Caminé las mas o menos siete cuadras hasta casa revolviendo frenéticamente la cartera, lo cual me debe haber dado un aspecto bastante peculiar. Llegué y nada. Ya en el camino recordé que el día anterior por la mañana la había llamado a Clari para que viera desde mi ventana un cuis muy gordo que estaba en el jardín, y  pensé que podía haber quedado mal cerrada, con lo cual me consolé. Porque además de tener hambre, estar cargada de bártulos y saber que estaban por llegar dos madres con niños pequeños a una casa en la que no se podía entrar, me estaba haciendo pis!!
Lo primero que hice fué chequear todas las puertas y ventanas que tiene mi casa, que son varias. Nada. Me fui  a mi patio de atrás, donde cuelgo la ropa, hago mis almácigos y viven mis gatos, y vacié la cartera en el piso por las dudas pero nada. Busqué en la huerta un plantador y trate de forzar alguna ventana, pero gracias a dios son inforzables. No me quedó otra que buscar la pesada escalera del garage, cargarla hasta una pared y subirme al techo. ¿Ya les dije que no me agradan las alturas? No las alturas en si, pero la inestabilidad o tangencialidad bajo mis pies, realmente no es lo que más me gusta.
Una vez en el techo/terraza/horizontal tuve que trepar al techo inclinado de chapa para alcanzar la bendita ventana, que por supuesto, estaba cerrada a piedra y lodo. Para incrementar la diversión y aumentar la adrenalina, les cuento que tengo el celular cortado.
 O sea.
Sola, en el techo, llena de pis, cargada de bártulos, incomunicada,  bla bla bla....
Para hacerme sentir peor descubrí tres llamadas perdidas de él en mi celu, y ya que estabamos empezó a sonar el fijo adentro de la casa.. Con los gatos y los vientos de agosto por toda companía, decidí sentarme a esperar. Algo. De bajar, ni hablar. Me da más miedo ir para abajo en la escalera que para arriba. Y mis amigas por lo visto no iban a llegar todavía.
Bueno, como la vida es bella y esto no es una película de John Carpenter, y como él se había avivado del asunto de las llaves y yo no contestaba, se largó hasta casa y me rescató por la ventana con música de violines de fondo.  Mis amigas llegaron a los cinco minutos y pasamos una tarde de picnic, cuadraditos de crochet, mate, ovillos violetas, y sobre todo mucha charla y contorsiones para desviar del camino todo lo que la bebé gateante de Vale quería agarrar. Y ahí fué cuando llegó a mis manos el famoso cd de Lhasa que tanto me cambió el humor!
Gracias Vale y Damian!!!







jueves, 18 de agosto de 2011

viernes, 5 de agosto de 2011

Atenete a las consecuencias!!

No se puede dejar a una madre premenstrual sola toda la tarde con un tarro de dulce de leche en la casa.


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